Guerra es un orador ingenioso que sabe tocar la fibra a la militancia. A pesar de los años, endulza los momentos más dificiles del partido. Tiró del carro emocionalmente en los años de transición entre los dos presidentes socialistas.
Tras las quejas del Consejo General del Poder Judicial, Alfonso Guerra ha matizado sus palabras, que en el ámbito de la comunicación política no significa más que desdecirse sin decir que dijo Digo y no Diego, que es lo que los asistentes al mitin y los periodistas quisieron oír.
"Incluso hay una relación fuerte personal entre la jueza y el actual alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, que eran compañero y dicen que algún expediente en común tuvieron"
Ha sido un medio blando, la radio oficial del Real Betis Balompié, donde ha cambiado su registro. Una radio independiente porque nunca se pronuncia sobre política. Guerra, bético, salió por la tangente y llevó la entrevista planteada en la web del club por donde quiso.
Curiosamente, la otra gran instrucción mediática que dirige Alaya es el embargo de las acciones de Manuel Ruiz de Lopera, dueño del Betis. La radio está bajo la gestión de unos administradores puestos por Alaya, al ser un órgano del club verdiblanco. ¿Eso implica alguna influencia? Es una coincidencia y en nada implica que lo que dijera no fuese cierto. Pero días después de que Cándido Conde-Pumpido se inhibiese de una posible causa contra José Blanco, ministro del Interior, por su "amistad", es obsceno criticar que la relación entre una juez y un ex juez sea la razón del destape de un pufo descomunal.
Guerra, en un mitin durante la transición. / Foto: PSOE
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