El entrenador del Real Betis Balompié se encuentra en la cuerda floja tras conseguir un punto de 27 posibles en los últimos nueve partidos. Tras un comienzo del campeonato vibrante, el conjunto helipolitano está hundido y
a un sólo punto del descenso.
La clara falta de gol y el endeble sistema defensivo han provocado un caos entre la directiva. Así, el administrador judicial del Real Betis, José Antonio Bosch, declaraba tras una reunión con Mel que confiaba en que
"cambiara su forma de jugar". Hay quien ha comparado esta intromisión en la parcela deportiva con
las actitudes de un presidente-entrenador que Alavés y Racing de Santander sufrieron hace unos años.
Miguel Guillén, presidente de la entidad, declaraba a
Tiempo de Juego, de la Cadena Cope, que quizás en la reunión del lunes por la mañana la decisión que había que tomar no era sencillamente la de propiciar el cese del entrenador, sino
alentar un cambio en el estilo de juego.
Mel, por su parte, ha puesto su cabeza a disposición del club.
No cuenta con el respaldo de su superior, el director deportivo Vlada Stosic, aunque sigue levantando simpatías entre el aficionado, que vería su destitución como algo irremediable pero no personal. Pepe Mel brindó buen juego
en tiempos de victoria, y es cierto que plantó cara al mismísimo Real Madrid en el Bernabéu, y que no mereció perder en muchas derrotas. Pero el cambio de aires se antoja necesario ante tan pésima situación.
Quienes están en la diana sí son los jugadores.
No muchos señalan a Casto, pese a que varias cantadas han propiciado perder muchos puntos, porque sus paradas han evitado en otras ocasiones goleadas de escándalo. Arriba, al Betis le falta dinamita pues no consigue marcar con facilidad. Con todo,
es el undécimo equipo en goles -media tabla-, con 12 dianas en la jornada 14, y no es menos cierto que algunas lesiones han sido las de nombres clave, como Santa Cruz y Álvaro Vadillo .
En el centro del campo el Betis es
débil y lento, sin creación y sin contención. En defensa, aun cuando el equipo tiene el balón, es capaz de recibir tres goles, como los que le endosó la Real en el último partido.
La suerte no acompaña a Mel, pero el sistema de juego provocan dudas en buena parte del beticismo. Muchos ven como un error el último cambio táctico. El Betis
ha pasado a un 4-3-3, emulando al Barcelona de Guardiola, con un centro del campo compuesto por un futbolista defensivo, el capitán Iriney, y dos creadores,
Beñat y Salva Sevilla. El caso del vasco es el más claro. Fue la revelación en Segunda y comenzó con las pilas cargadas. Si bien, en los últimos partidos
no ha rendido y a la hora de partido pedía el cambio, con lo que no puede duplicar sus facultades ofensivas y defensivas.
Lo que parece claro es que los problemas económicos y el factor
emocional que supone tener a un bético como Mel en el banquillo han propiciado que no se haya procedido al despido.
Si el Betis no está en descenso, la tónica dice que lo estará próximamente. La última oportunidad se llama Osasuna, en un campo muy difícil pero no imposible.
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Mel podría ser despedido en Pamplona. /La Vanguardia
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Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/27/paisvasco/1322409362.html
