Aún falta un tiempo para que se conozca el número de delegados que tendrán voto para elegir al nuevo líder socialista en Sevilla la primera semana de febrero. Una vez que esto ocurra, se determinará el peso de cada agrupación y los candidatos comenzarán a hacer campaña dentro del partido.
En favor de Díaz está su juventud y que no guarda cadáveres en el armario, como otros socialistas que han estado en primera línea recibiendo golpes. Esto la encuadra en el mismo perfil por lo que se eligió a Zapatero en 2001. A un mes de las elecciones andaluzas, el PSOE-A mantendrá un gran peso entre las federaciones, siendo la de mayor en número de afiliados. Además, cuenta con la simpatía de muchos militantes que la consideran "de los suyos", pues es miembro del comité federal y fue diputada en la primera legislatura de Zapatero como presidente.
Griñán ya avisó de que le gustaría colocar a un número dos andaluz en el Congreso de febrero. Lo cual no significa que no luchará por colocar a una persona de su total confianza.
En contra de Díaz está que hay una parte del partido que considera necesario colocar a gente experimentada en puestos clave, que el PSOE debe venderse como gestor y acabar con nombramientos mediáticos. Además, no está presente en el Congreso de los Diputados y se haría muy difícil llevar a cabo la labor de la oposición, pues no podría debatir con Rajoy.
Con todo, Susana Díaz juega al despiste. La web de EL MUNDO pregunta desde el 21 de noviembre a sus lectores quién debería ser el próximo líder del PSOE. La andaluza cuenta con un triste 4'1% del apoyo, siendo la novena entre diez futuribles, otra cosa es lo que pueda revalorizarse su imagen dentro del partido de aquí a febrero. Las cartas ni siquiera están repartidas, y sólo dos, Chacón y Rubalcaba, parece que llevan algún as en la manga.
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| Susana Díaz, en una rueda de prensa. /Agencias |
Fuente:
http://www.20minutos.es/noticia/1234474/0/
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