Isaías Pérez Saldaña, ex consejero de la Junta y presidente de Cartuja 93, sociedad del parque tecnológico surgido tras la Expo de Sevilla, aplaudía la medida y se felicitaba por el impulso que supondría.
Representantes de Adif, sociedad que gestiona la infarestructura ferroviaria en España, preveían un buen tráfico de personas en el Cercanías gracias a los dos campus iniversitarios y los puestos de trabajo que existen actualmente en la isla.
El objetivo a medio plazo es impulsar la red de trenes y enlazarla con las líneas del Metro y de Media Distancia. Una de las grandes propuestas de la CES, la patronal sevillana, es redondear con un aumento de las partidas en infraestructuras para la capital de Andalucía. La red de transporte sufre deficiencias. La circunvalación metropolitana, la SE-40, crece a un ritmo muy lento. El Metro se está quedando atrás porque no se esperan nuevas aperturas de líneas tras la primera hace tres años, con un recorrido casi anecdótico.
Por otro lado, el dragado del río Guadalquivir está continuamente contando con trabas administrativas por los evidentes daños medioambientales que no entran en la estrategia del Partido Popular. Una legislatura de Rajoy podría desbloquear desde el Ministerio de Medio Ambiente un proyecto que, salvando las distancias, puede resultar similar al de los trasvases de la segunda legislatura de Aznar.
Con todo, la isla de la Cartuja recompondrá en parte su aislamiento pero pasados casi 20 años de la Expo'92, el polo tecnológico del que se presumía para después del evento es muy lejano. La apertura de la línea C-2 es un impulso que llega tarde, puesto que las vías llevan muchos años de desuso. Si se continúa con la obra hasta Triana podría enlazarse con el Metro y podría ahorrar costes, pero Zoido ya se negó a proyectar un Metro que no sea subterráneo, obra más costosa pero a la larga más eficaz.
 |
| Josefina Cruz Villalón, en las obras. / Europa Press |
No hay comentarios:
Publicar un comentario